LLEVANDO SU VITUPERIO

”12. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.

13. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;”

Hebreos 13:12-13

Para entender a cabalidad esta Palabra, debemos escudriñar las escrituras donde nos hablan sobre el sufrimiento de Cristo, y tener claro que lo profetizado de Él en el Antiguo Testamento, Jesús lo vino a cumplir a cabalidad, partiendo por entender que los sacrificios eran hechos fuera de la puerta del lugar Santo, que alberga el lugar Santísimo, donde la Presencia de Dios habitaba, y donde el sumo sacerdote sólo podía entrar una vez al año para llevar la sangre del sacrificio para expiación de los pecados del pueblo. Jesús padeció fuera de la puerta, Él dejó su divinidad y se hizo uno de nosotros, y sufrió el vituperio, las burlas, el menoscabo de todos, y nos dejó su ejemplo a seguir, que a pesar de las dificultades, debemos igual seguir adelante, pues Él estará con nosotros.

El versículo 13 nos insta a ir a Él fuera del campamento, y llevando su vituperio, allá donde necesitan oír el evangelio, allá donde no apreciarán tu predicación, allá dónde seremos aborrecidos por causa de su Nombre, pero su Palabra nos enseña que: “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros” (1 Pedro 4:14). Si Jesús sufrió, lo hizo por nosotros, si nosotros sufrimos seremos bienaventurados, pues la Palabra que llevamos nunca volverá vacía. Te invito a armarte de valor e ir fuera del campamento, fuera de tu confort del ministerio al Señor dentro de una Iglesia, no importando el vituperio, ni las burlas, y compartir a Cristo y su evangelio de salvación a quienes tanto lo necesitan.

Pr. Herman Gajardo P.