PIENSE DE SÍ CON CORDURA

“3. Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

4. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,

5. así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”

Romanos 12:3-5

Estos versículos quedaron escritos para que nunca se nos vayan los humos a la cabeza, al decirnos claramente que ninguno de nosotros “tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura”, aparentemente en los tiempos del apóstol Pablo al escribirles a los romanos, nos deja constancia qué hay un espíritu maligno que siempre ronda a nuestro alrededor tratando de engañarnos y haciéndonos creer que somos superiores a los demás, que lo que hemos logrado nos hace mejores, y lamentablemente este tipo de pensamiento nos lleva a despreciar lo que otros hacen y logran, y con mucha facilidad comenzamos a menoscabar el esfuerzo personal que los demás hacen.

Dios mismo, a través de esta escritura nos insta a ser criteriosos y que actuemos con cordura, conforme a la medida de fe que el Señor nos da a cada uno, aclarándonos que debemos mirar a los demás como parte de un mismo cuerpo, al que nosotros también pertenecemos, y que todos tenemos diferentes funciones, pero enfatiza que todos somos uno en el Señor.

Que tremendo es ir entendiendo estos conceptos de convivencia que Dios estableció para su cuerpo, y la manera en que el Señor nos enseña a que nos necesitamos los unos a los otros, y para lograr eso, debemos amarnos, debemos considerarnos, debemos estimarnos, y debemos respetarnos mutuamente.

Pr. Herman Gajardo P.