SED SOBRIOS Y VELAD

“6. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

7. echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

8. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”

1 Pedro 5:6-8

En esta Palabra el Señor nos enseña que, para que Dios pueda estar a nuestro favor, debemos humillarnos bajo su poderosa mano. Para muchos esto es obvio, pero al leer la palabra “humillarnos” tendemos a tragar saliva, a no aceptarla a la primera, a tratar de evitarla, pues para nuestra carne, o sea en nuestra naturaleza, tendemos a rechazar el humillarnos, pues eso es caer muy bajo, eso es un tanto vergonzoso, y nos cuesta aceptarlo.

Pero Dios pone como requisito el humillarnos, de lo contrario Él no podrá cumplir su Palabra de bendición. En el versículo 7 nos insta a “echar nuestra ansiedad sobre Él, pues Él tiene cuidado de nosotros”, o sea Dios mismo nos da la solución a nuestra necesidad, y esta es confiar en sus promesas, pues Él cumple lo que promete, que no estemos ansiosos buscando de qué forma salir de nuestra situación, la respuesta es obedecer su Palabra.

El versículo 8 nos reitera a ser sobrios y velad, y esto lo hace por nuestro bien, pues el enemigo “anda como león rugiente buscando a quien devorar”, y si nos encuentra sumidos en nuestras propias ideas o sacando nuestras propias conclusiones de cómo enfrentar nuestras batallas espirituales, entonces nuestra derrota será inminente, por eso el Señor nos insta a estar sobrios, conscientes, y estar velando siempre, con los ojos bien abiertos para ver y darnos cuenta de los engaños del enemigo y poder vencer con la seguridad que Dios está a nuestro favor. Gloria a Dios..!!.

Pr. Herman Gajardo P.