top of page
Canasta1-2020.png

SEGÚN ESPERAMOS EN TÍ

  • Foto del escritor: Pr. Herman Gajardo Pastén
    Pr. Herman Gajardo Pastén
  • hace 4 días
  • 2 Min. de lectura

“18. He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia,

19. Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre.

20. Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

21. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.

22. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.”

Salmo 33:18-22


Este es un hermoso Salmo, que en estos versículos leídos, nos recuerda que seguimos bajo la protección de Dios en nuestra vida, específicamente en los que le tememos y esperamos en su misericordia. En el versículo 19 nos recuerda que Él es quien libra nuestras almas de la muerte y nos da vida en tiempos de hambre. Debido a estas maravillosas promesas de bendición, nuestra alma está aferrada al Señor, y en Él esperaremos siempre, porque nuestra ayuda y nuestro escudo es Él.


En Dios nos alegramos, pues en Él hemos confiado, y nuestra vida está en sus manos, es cierto que hemos tenido que pasar muchas dificultades, algunas más difíciles que otras, pero nunca Dios nos ha dejado, Él siempre has estado a nuestro lado, y eso nos ha hecho seguir adelante, su Palabra nos fortalece, su mano nos sustenta, su Presencia en medio nuestro cambia la tristeza en gozo, y nos hace olvidar las penurias, los dolores y las angustias, y nos vuelve a levantar, una y otra vez.


El versículo 22, es un clamor del Salmista, en que nos hace ver nuestra dependencia del Señor, pues apartados de Él nada podemos hacer, y tomamos sus palabras como nuestra ferviente y sincera oración: “Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti”, Oh Dios Maravilloso y lleno de amor, tu mano de misericordia está siempre extendida hacia nosotros, que nadie se sienta solo ni agobiado por las circunstancias adversas, Dios sigue esperando por ti, acércate a Él.


Pr. Herman Gajardo P.


Comments


bottom of page