VENID LUEGO Y ESTEMOS A CUENTA
- Pr. Herman Gajardo Pastén
- hace 1 día
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“16. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
17. aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
18. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
19. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
20. si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.”
Isaías 1:16-20
El mensaje del evangelio es que nos volvamos al Señor y dejemos nuestra vana manera de vivir, y en los versículos ahora leídos, el profeta Isaías enfatiza en el mismo concepto evangelístico, y entrega un mensaje de parte de Dios, para el pueblo: “Lavaos y limpiaos... dejad de hacer lo malo...”, aparentemente el pueblo estaba en desobediencia al Señor y habían dejado de lado los preceptos divinos, por lo cual su proceder no era el adecuado.
Quizás de la misma forma, hoy podemos ver el proceder de la gente, totalmente apartados de la vida cristiana, y adoptando los estilos de vida que rigen en el mundo y evitando el someterse a preceptos bíblicos, los cuales consideran obsoletos, pero el mensaje de Dios sigue vigente, “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”... hermosa invitación.
Los versículos 19 y 20, nos dicen que esto es solo para los que quieran oír y ser bendecidos por el Señor, no es impositivo, no es obligatorio, pero, si no quisieren venir a su llamado, tendrán que asumir las nefastas consecuencias de la paga del pecado, lo cual es la muerte eterna... quizás para usted esto solo sean conceptos religiosos, pero sepa que es una realidad, por eso vino Jesús a morir en esa cruenta cruz, y nos redimió de la maldición de la muerte. Acepte hoy el llamado del Señor. Su futuro déjelo en manos de Dios.
Pr. Herman Gajardo P.

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