AVIVA EL FUEGO

“6. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”

2 Timoteo 1:6

El apóstol Pablo le escribe a Timoteo una segunda carta, y le aconseja algo trascendental para su vida, y que hoy al leerla, entendemos claramente que es el Espíritu Santo hablándonos también a nosotros, en estos tiempos difíciles y complicados que estamos viviendo, la pandemia, la guerra, rumores de guerras, con diferentes puntos de vista, ocupan los noticieros y es el tema principal en nuestras conversaciones, hablamos mas de lo contingente que lo que nos compete hablar como ministros del Dios Altísimo, por eso, y para que no perdamos nuestro enfoque, el versículo de hoy cobra una especial relevancia para cada uno de nosotros, los que habiéndonos comprometido en cumplir el mandato de compartir el evangelio de salvación, el agobio de las circunstancias adversas nos ha aletargado en nuestro caminar.

La frase clave para sacudirnos y replantearnos en nuestro compromiso de seguir adelante es: “Aviva el fuego”, que no se apague la llama del Espíritu Santo dentro de nosotros, que las circunstancias adversas no nos ahoguen, que no perdamos el rumbo, que no tratemos de usar nuestros propios planteamientos para cumplir nuestro cometido, que avivemos el fuego de la responsabilidad que Dios puso en cada uno de nosotros, que no se apague el fuego del don de Dios que está en nosotros desde el día en que fuimos ungidos por Él para tomar el arado, asumir nuestra labor de ser embajadores de Cristo, y, a pesar de los engaños y ataques del enemigo, seguir predicando su evangelio, seguir firmes en sus preceptos, y sin transar sus principios, seguir siendo fieles, y referentes de su gloria.

Pr. Herman Gajardo P.