HIJOS DE MALDICIÓN
- Pr. Herman Gajardo Pastén
- 27 nov 2024
- 1 Min. de lectura
“14. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.”
2 Pedro 2:14
En este versículo que leemos hoy, el apóstol Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, nos sigue enseñando acerca del proceder de quienes se oponen a las enseñanzas bíblicas, y son usados por nuestro enemigo el diablo, para complotar en contra de quienes somos temerosos de Dios y nos guiamos por sus enseñanzas. En el versículo, Pedro nos dice: “Tienen los ojos llenos de adulterio”, o sea, son adúlteros por naturaleza, pues el adulterio no consiste solamente en relaciones extramaritales, sino también a la traición, al incumplimiento de promesas, a no perseverar en pactos establecidos, a estar dispuestos a romper promesas en oculto y fingir que todo está bien pues, “no se sacian de pecar”, por lo cual, el hacer el mal es habitual en ellos.
Luego agrega: “seducen a las almas inconstantes”, en otras palabras, engañan con facilidad a los débiles en la fe, por lo cual es importantísimo el procurar afirmarse bien en Dios, capacitándose en el estudio de la Palabra. Después dice: “tienen el corazón habituado a la codicia”, a la avaricia, a la ambición, al afán desmedido por obtener lo que quieren, son insaciables. Finalmente el versículo dice: “y son hijos de maldición”, o sea, son la consecuencia de la desobediencia, de la obstinación, de la rebeldía, y su fin será de perdición, a menos que se arrepientan y se conviertan a Jesucristo, nuestra esperanza de vida.
Pr. Herman Gajardo P.

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