LEVANTA TU VOZ

“7. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo.

8. Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

9. Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!

10. He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.”

Isaías 40:7-10

Para los cristianos estos versículos son muy conocidos, pues nos recuerdan la futilidad de nuestra vida terrenal y más aún lejos de Dios, bien escribe Isaías eso de que “la hierba se seca, y la flor se marchita... ciertamente como hierba es el pueblo”, enfatizando luego que “la palabra del Dios nuestro permanece para siempre”, y esto para que no nos olvidemos nunca que, nuestra vida aquí tiene un tiempo y termina, pero Dios es eterno y lo que Él ha dicho siempre permanecerá.

El versículo 9 nos insta a pregonar esto, a tiempo y fuera de tiempo, a declarar siempre, mientras tengamos un aliento de vida, usemos fuerte nuestra voz y proclamemos que ¡¡Dios está con nosotros..!!, Él sigue siendo el mismo Dios de ayer, Él no ha cambiado, su amor por nosotros se mantiene intacto, Él es nuestro Padre Celestial, nuestro Dios Todopoderoso, el Sublime, el que nos dió su Salvación, el que perdonó nuestros pecados, el que nos sacó de las tinieblas y nos trajo a su luz admirable..!!

Maravilloso es nuestro Dios, y viene pronto por su Iglesia, ya no seguiremos aquí, nuestra patria celestial nos espera, y su Palabra escrita se cumplirá, y un día seremos arrebatados, y nos encontraremos con Él en el aire, y nuestro cuerpo será transformado, y seremos como Él es, y a su semejanza volveremos a vivir a su lado... y para siempre... si usted no está seguro de esto, crea en el Señor Jesucristo y su vida tendrá sentido, procure estar listo y preparado para su venida.

Pr. Herman Gajardo P.