SOLO A TI, LEVANTARÉ MI ALMA

“1. A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.

2. Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.

3. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

4. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.

5. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.

6. Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas.”

Salmo 25:1-6

Qué hermoso es leer los Salmos… para algunos sólo son cantos bíblicos antiguos, pero son mucho más que eso, pues contienen poesía, contienen profecías, y una tremenda profundidad en relación a la verdadera adoración en espíritu y en verdad, lo cual es una tremenda enseñanza revelada por los autores y compositores que participaron en esta recopilación de verdaderas obras de arte que forman parte de las Sagradas Escrituras.

El salmista David, quien escribió la mayor parte de los Salmos, escribe lo que su corazón le dictaba en las diferentes situaciones que vivió y experimentó, y en sus escritos encontramos cánticos de gozo, de alegría, también de oraciones y de clamor sincero al Señor. En el Salmo que leemos hoy, el autor reconoce y declara que solo a Jehová levantará su alma, pues solo en Él confía, y anhela no ser avergonzado por sus enemigos, y agrega que ninguno de los que esperan en el Señor serán confundidos.

Desde el versículo 4 al 6 encontramos plegarias al Señor, pidiéndole que le muestre sus caminos y que le enseñe a caminar por ellos, que lo encamine en su verdad y que le enseñe, porque Él es Dios de salvación, y que solo en Él esperará, en su misericordia… que tremendas palabras usa el salmista, intentando tocar el corazón de Dios y captar su atención, esta misma actitud debemos tener cada uno de nosotros en nuestro relacionamiento con Dios, por lo cual los Salmos son ejemplos de vida en los atrios del Señor, para llegar hasta su Presencia.

Pr. Herman Gajardo P.