TRISTEZA SOBRE TRISTEZA
- Pr. Herman Gajardo Pastén
- 7 may 2024
- 2 Min. de lectura
“27. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.
28. Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza.“
Filipenses 2:27-28
El hermano Epafrodito, de quien habla el apóstol Pablo en estos versículos que leemos hoy, había enfermado gravemente, por lo cual, en el versículo 27, leemos: “Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir”, pero Dios tuvo misericordia de él, y lo sanó; Pablo dice que no solamente tuvo misericordia de Epafrodito, sino también de él, pues el tener que enfrentar la muerte de un colaborador, y además en medio de su encarcelamiento, hubiese sido algo muy difícil de soportar, por lo cual Pablo escribe: “para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza”. En estos versículos podemos darnos cuenta del amor fraternal que debe fluir entre la hermandad, entre ministros del evangelio, entre pastores, entre “compañeros de milicia” como lo expresa el apóstol Pablo, pues en Cristo todos somos uno, y nos necesitamos el uno al otro.
Luego, en el versículo 28, Pablo ratifica su decisión: “Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza”, el apóstol sabía que la presencia de Epafrodito entre los hermanos de la iglesia en Filipos traería alegría al verle y constatar que estaba bien de salud, al igual que nosotros hoy nos gozamos al ver a algún hermano o hermana una vez más a nuestro lado adorando al Señor junto a nosotros. Se extraña mucho a quienes han dejado de asistir a la Iglesia. Vuelve a casa, queremos verte.
Pr. Herman Gajardo P.
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