ESCUDRIÑAD LAS ESCRITURAS

“36. Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.

37. También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

38. ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.

39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;”

Juan 5:36-39

Debido a que Jesús había sanado a un hombre paralítico en un día Sábado y le había dicho que tomara su lecho, los fariseos estaban totalmente contrariados, debido a que buscaban resquicios para acusar a Jesús de faltas a la ley, la que ellos se empecinaban en tratar de cumplir al pie de la letra, lo cual los hacía demostrar solo su religiosidad pero no la voluntad de Dios en sus vidas.

Por eso Jesús explicaba que Él estaba cumpliendo el mandato que el Padre le había encomendado, y que también el Padre daba testimonio de eso, y les enrostraba que ellos nunca habían oído la voz del Padre, ni tampoco le habían visto, “ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis”, dándoles a entender que a pesar de tanto estudio, no entendían las escrituras.

En el versículo 39, Jesús les hace la siguiente declaración: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”, con esto los fariseos más se enojaban con Él, pues verdaderamente ellos no reconocieron a Jesús como el Mesías que profetizaban las escrituras, y aún hasta hoy muchos judíos, piadosos y estudiosos, siguen refutando a Jesús como el Salvador, y siguen esperando infructuosamente a quien ya vino hace dos mil años, y cumplió a cabalidad todo lo que las escrituras hablaban de Él.

Pr. Herman Gajardo P.