NO AMÉIS AL MUNDO

“15. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

16. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

17. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan 2:15-17

Estos versículos que leemos hoy no necesitan ninguna explicación, están clarísimos, solo debemos obedecer y poner en práctica. No podemos decir si,si, pero no cumplir. Muchos quieren cumplir los preceptos y mandamientos, pero el mundo, y sus atracciones, sean materiales o emocionales, los seducen y los tienen atrapados. Jesús, en una de sus predicaciones dice: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41), en otras palabras, Dios nos conoce, y sabe nuestras intenciones y nuestras debilidades, por lo cual nos entrega las directrices a tomar para no entrar en tentación.

En el versículo 17, que leemos hoy, nos enseña que todo lo que hoy nos llama la atención el mundo es pasajero, es efímero, un día todo terminará, pero el que hace la voluntad del Padre permanece para siempre. Decídete por lo eterno. Jesús sigue esperando por ti. Hoy, todavía es tiempo… mañana puede ser muy tarde.

Pr. Herman Gajardo P.